Pueden influir varios factores: el estreñimiento crónico o la diarrea, los esfuerzos importantes para evacuar las heces, el estar sentado en el WC durante periodos prolongados, la escasez de fruta y verdura en la dieta o el embarazo.
¿Producen cáncer las hemorroides?
No. No existe ninguna relación entre las hemorroides y el cáncer. Sin embargo, los síntomas de las hemorroides, sobre todo el sangrado, pueden ser parecidos a los del cáncer colorrectal y otras enfermedades del aparato digestivo. Por ello es importante consultar al médico.
La dieta y el cambio en el estilo de vida constituyen el paso inicial para tratar las hemorroides y suelen ser suficientes si los síntomas son leves. Una dieta rica en fibra, la ingesta abundante de líquidos (1,5-2 litros de agua al día), el ejercicio físico, el evitar periodos prolongados en el WC y evitar esfuerzos intensos durante la evacuación suelen ser medidas efectivas. Los baños de asiento con agua templada durante unos 10 minutos pueden también proporcionar algo de alivio (cada 4-6 horas y tras las deposiciones). Las hemorroides más molestas pueden requerir otros tratamientos:
Ligadura (banda) elástica: la banda se coloca en la base de la hemorroide. Esto deja una cicatriz y evita que vuelva a asomar. Suele hacerse sin anestesia y sin ingreso. En ocasiones puede requerir varias sesiones.
Esclerosis: se realiza mediante la inyección de una sustancia química en su base con el mismo objetivo que las ligaduras.
Hemorroidectomía: Extirpa las hemorroides. Se realiza bajo anestesia. En ocasiones el paciente pasa una noche en el hospital y otras veces puede dormir en su domicilio. Está indicada cuando fracasa el tratamiento previo sin cirugía y cuando las hemorroides son muy voluminosas. El paciente suele necesitar calmantes en su domicilio durante el postoperatorio pues asocia dolor leve a moderado.
Ligadura arterial hemorroidal: se dejan sin riego las arterias de las hemorroides. También se realiza bajo anestesia y los enfermos pueden dormir en su domicilio en algunos casos.